¿Estás jugando un torneo y perdiste una partida? Si tenés tiempo, analiza con tu rival para ver qué pensó cada uno y rescatar alguna enseñanza de ese intercambio, yo sé que uno cuando pierde puede no tener ganas de analizar pero es importante poner voluntad y hacerlo. Lo que no te recomiendo es que al llegar a tu casa analices con el módulo, ¿Por qué? Porque muchas veces vas a descubrir que omitiste una continuación que mantenía viva la partida (incluso alguna que te daba la victoria) y eso puede llegar a dar vueltas en tu cabeza en las rondas siguientes y como estarás imaginando: puede sabotear tu rendimiento en las rondas posteriores (me ha pasado).
¿Perdiste una partida? Mañana será otro día, andá y trata de dar todo. Los buenos jugadores no son buenos solamente porque ganan partidas, sino también porque no dejan que una derrota les influya el resto del torneo y muchas veces tienden a recuperarse (una cualidad a imitar). ¿Sabés cuándo hacer el balance? Una vez terminado el torneo. Luego del torneo, analizá tus partidas y aprendé algo de tus derrotas. Si no analizas tus derrotas habrás perdido en vano. Es doloroso muchas veces ver las partidas que perdimos pero es algo necesario si queremos mejorar. Inevitablemente vamos a perder muchas partidas así que hay que tratar de desarrollar nuestra tolerancia a la frustración. Ojo, no estoy diciendo eso de “amigarse con la derrota” pero si de saber que va a estar ahí y que no nos derrumben anímicamente, hasta los mejores del mundo pierden partidas. Si analizamos las derrotas es probable que en el futuro evitemos cometer algunos de los errores que cometimos en las mismas.
Espero estos consejos te sean útiles en el futuro. Puedes dejarme tus dudas en los comentarios.
¡Un abrazo!